sábado, 21 de noviembre de 2015

¿Mis pensamiento nutren o indigestan?


R O D O L F O   D í A Z   F O N S E C A 
Éthos
Congestión neuronal

Hay alimentos que no puede procesar adecuadamente el aparato digestivo. El estómago resiente la carga negativa que se le proporciona. El resultado son enfermedades, infecciones e indisposiciones.

Pero, no sólo el aparato digestivo sufre las consecuencias. Todos los órganos del cuerpo humano integran una compacta unidad. El malestar estomacal repercute, lesiona y afecta el correcto funcionamiento de todo el organismo.

Si es tan importante cuidar el estado y calidad en que se encuentran los alimentos que se van a consumir, imaginemos qué importante será, también, vigilar lo saludables que sean los pensamientos con que alimentamos nuestra mente.

Muchos ingredientes tóxicos envenenan, indigestan y retardan el proceso cognitivo de nuestra inteligencia. Así como se gesta una indisposición estomacal, se produce igualmente una congestión neuronal.

Cuando no se tiene claridad de pensamiento se obnubila el camino y se pierde el destino. Se llega a pensar como se es, en lugar de llegar a ser como se piensa. "El alma se amolda a las costumbres, y se piensa como se vive", expresó Demóstenes.

Si tenemos correctos pensamientos, correctas serán también nuestras acciones. "Lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; al que piensa con pureza, la felicidad le sigue como sombra y nunca lo abandona", dijo Lyn Yutang.

De la consistencia del pensamiento depende la calidad de las acciones. "El alma se tiñe del color de sus pensamientos. Piensa sólo en aquellas cosas que están en línea con tus principios y que puedan ver la luz del día. El contenido de tu carácter lo eliges tú. Día a día, lo que eliges, lo que piensas, y lo que haces, es en lo que te conviertes. Tu integridad es tu destino... es la luz que guía tu camino", subrayó Heráclito.

¿Cuido mis pensamientos? ¿Me nutren o indigestan?

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